Cuaderno
borra dor 3

Lenguaje no disponible
Hoy abrí el cuaderno 3.
No recordaba haberlo escrito.
Esto fue lo que encontré…


CUADERNO BORRADOR Nº 3 (manifiesto mínimo)
Transmisión escrita para el vacío, para el eco, para lo que podría o nunca ser leído.
Este cuaderno fue encendido en el año 2025, en algún rincón improbable del planeta.
No fue escrito para lectores ni buscadores.
No responde, no explica, no pide ser entendido.

Es apenas un borrador lanzado al espacio:
un archivo en fuga,
una deriva de signos sin órbita estable,
una cápsula sin destino claro.

Si lo encontraste, seguí como si nada.

Fin del mensaje.



Fragmentos encontrados:


Las palabras se rompieron en la atmósfera.
Las palabras se rompieron en la atmósfera.


Solo quedaron partículas: sílabas huérfanas,
esdrújulas sin patria,
verbos que se negaron a conjugarse.


Leí en voz alta un párrafo entero
y se deshizo como azúcar en lluvia.


Entendí que no siempre hay que entender.
A veces hay que dejar que el silencio complete las frases.


(nota con tinta desvaída)
«Estoy parado al final de mí mismo»


[escrito al margen]

G
o
o
g
l
e



Comentario hallado en otra letra, tinta más fresca:
TransMIsión
PeRdida

Fin del fragmento encontrado.
No hay firma.
No hay fecha.





Anotación sin fecha, pero con ojeras
Hoy me pesó el cuerpo como si llevara una biblioteca encima.
No por sabiduría, sino por los libros que nunca leí.
Dejé las medias dentro del horno, no preguntes por qué.
La explicación sería más absurda que el hecho.

Encontré una mariposa seca entre las páginas del cuaderno 1.
¿O era una idea que no supe desplegar a tiempo?

Una vecina me gritó “¡animate, mujer!” desde su vereda ordenada.
Le respondí con una reverencia digna de emperatriz derrotada.
Después me escondí en el baño a escribirle una respuesta que jamás enviaré:

“Señora: no se anima quien quiere,
se anima quien no puede seguir igual.”



Día 15
No sé cómo explicar lo que siento. Es como estar atrapada en un tiempo que se estira y se encoge sin aviso. Hay días que me levanto con ganas de gritarle al mundo y otros en que solo quiero desaparecer entre las páginas de estos cuadernos.

Hoy encontré una flor marchita entre las páginas del libro viejo que guardo en la estantería. La tomé como un símbolo: belleza y fragilidad juntas, sin importar cuánto trate de sostenerlas, el tiempo las arrastra igual.




La noche me encuentra despierta, sin querer, con el alma en vela. ¿Será que el silencio tiene más voces de las que imaginamos?


Escribo para sacudirme el ruido del día, para quedarme con lo que pesa y también con lo que me aligera.

En estos pliegues de papel, me desnudo sin miedo: mis dudas, mis anhelos, esos secretos que no puedo contar a nadie.

El tiempo aquí se dobla, se expande, se retuerce. No importa cuándo ni dónde, solo importa que estoy presente.

Una ráfaga de viento atraviesa la ventana y me recuerda que nada es para siempre, ni siquiera este instante.

Mañana tal vez olvide este texto, pero ahora es mi verdad.


Página final

Me di cuenta de que mis pensamientos son más míos cuando no los comparto.
Pero también que se marchitan si no salen a tomar un poco de sol.
Por eso escribo.
Porque a veces me da miedo que se mueran adentro.

Hoy cerré los ojos y me vi desde lejos.
No era tristeza, era distancia.
Como si una parte de mí se estuviera yendo antes que el cuerpo.
Pero la otra se quedaba escribiendo.








Textos generados por ChatGPT en respuesta a interacciones personalizadas.
Cortesía de OpenAI.
https://openai.com/chatgpt

Imágenes de Freepik y Pexels
Collage Analía | Instagram


Créditos: Garabatos sin © (Adaptación de Plantillas Blogger) | Efectos HTML/CSS de Vagabundia


Ir Arriba